Trust Tokens es la nueva alternativa de Google a las Cookies de terceros en Chrome
A comienzos de año, Google anunció al mundo la llegada del fin de las "cookies" de terceros dentro de su navegador, Chrome. Una decisión audaz a priori, sobre todo porque buena parte del negocio de Google en su buscador y su motor de búsqueda depende de la publicidad, un ámbito donde este elemento juega un papel fundamental, permitiendo rastrear la actividad de los usuarios en la web para ofrecerles después publicidad personalizada más acertada y cercana a sus gustos. No obstante, muchos usuarios han declarado históricamente su desagrado y cierta molestia por sentir que están siendo espiados, por lo que ahora la compañía ha presentado su nueva alternativa, los "tokens" de confianza.
Como decimos, las "cookies" son, en esencia, rastreadores de tráfico y de actividad, que memorizan y analizan qué webs visita cada usuario. Así, crean un historial más completo y preciso que ponen a disposición de los diversos anunciantes interesados en aproximarse con mayores garantías a su posible público objetivo, creando anuncios más específicos según sus gustos y preferencias. Sin embargo, como apuntábamos al principio, tiene un gran punto negativo a la vista de los usuarios, pues permiten crear un perfil único para cada usuario e identificarlo, infringiendo así cierta invasión de la privacidad en la navegación de los internautas.
Para poner solución a ese gran problema que viene presentando el sistema de "cookies", por tanto, Google ha explicado que se propone utilizar en su lugar los "tokens" de confianza. Supuestamente, según la multinacional, están diseñados para seguir autenticando a los usuarios, pero sin desvelar a las webs y a los anunciantes su identidad. De este modo, al ser todos iguales en teoría, no podrán seguir rastreando como hasta ahora a los usuarios a lo largo de internet, mientras mantienen la ventaja de informar a los anunciantes sobre qué usuarios son reales (no bots) y qué anuncios han visto.
Esta sorprendente decisión de Google de eliminar por completo las "cookies" de terceros de su plataforma y de Chrome, sin embargo, no ha sido exclusiva de esta compañía. Otros navegadores llevan también un tiempo trabajando en ello, como es el caso de Firefox, que lo implementó hace unos meses. En cambio, la estrategia de Apple con Safari ha sido distinta, pues llevan años bloqueando por defecto las "cookies" y llevando a cabo prácticas de lo más curioso para mezclar los datos de sus usuarios para impedir que las "cookies" fuesen útiles. Como consecuencia, lógicamente, los precios de la publicidad en Safari se han acabado desplomando.